La tercera edición de O Gran Camiño nos propuso otro viaje por la historia, el paisaje y el patrimonio de nuestra tierra. Arrancamos nuestro camino buscando la luz del faro romano más antiguo del mundo. Peleamos contra el crono al igual que luchaba Hércules contra el gigante Xerión. La etapa inaugural nos adentró en la ciudad de A Coruña, finalizando al pie de la Torre de Hércules, donde cuenta la leyenda que Hércules enterró la cabeza del gigante Xerión tras batirlo en combate.
Saltamos a Lugo para bordear los espectaculares viñedos de la Ribeira Sacra, donde la viticultura se convirtió en un acto heroico desafiando las empinadas laderas de la montaña lucense.
Disfrutamos de la provincia de Ourense, donde la historia cobra vida en Ribadavia. Su castillo medieval forma parte de un magnífico decorado real que nos hizo viajar a la más oscura época donde se cruzaban las espadas de los caballeros.
Y como no, el guión de esta carrera está escrito en un lugar con el decorado natural más maravilloso. La provincia de Pontevedra puso el broche a la prueba y coronó de nuevo a Jonas Vingegaard como rey de O Gran Camiño en lo alto del majestuoso Parque Natural de Monte Aloia.